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Muchas veces, los diseñadores gráficos, y concretamente los que estamos especializados en imágenes corporativas (o branding si nos ponemos más anglosajones), nos vemos en la tesitura que tanto nos aterra y a la par nos llena de inquietud profesional: cómo rediseñar un logotipo. Sin embargo, no siempre esta es una tarea fácil. No sabemos por dónde empezar: cómo definir el nuevo logotipo, si tendrá la aceptación adecuada, si es más visible la nueva versión, etc… Como profesionales tenemos que atender la llamada de nuestros clientes y corresponder con sus necesidades, sea cuales sean.

Cómo rediseñar un logotipo - Logotipo anterior de Aurea FormaciónNuestro proyecto: Aurea Formación

Nosotros podemos hablar de un caso que se nos dio hace unos meses, el de Aurea Formación. Esta empresa nos comunica que tiene la necesidad de Aurea Formación de actualizar su imagen corporativa. Enfocarla a diversas actividades, pero especialmente la presencia online. Tras varias reuniones con los responsables, llegamos a la conclusión de qué debemos hacer y qué no.

Como vemos en el logotipo anterior, nosotros hemos intentado guardar similitud en cuanto a la forma y guardar en cierta medida, las reglas básicas de la espiral áurea y el concepto la regla dorada en matemáticas. Aun así, para romper la monocromía del logo anterior hemos querido darle un carácter diverso utilizando colores que compenetran perfectamente con la imagen más sobria que aporta un color como el gris. Esto también se puede ver reflejado en sus tipografías, que una tiene un estilo clásico (tipografía Perpetua) y la otra mucho más contemporánea (Trade Gothic). El resultado, como podéis ver, es el siguiente:

Cómo rediseñar un logotipo - Aurea Formación

Cuatro consejos prácticos de cómo rediseñar un logotipo

  • Atiende las necesidades del cliente. Es fundamental. Hazle todas las preguntas que sean necesarias, por muy ridículas que parezca: si tiene predilección por alguna tipografía, color o formas concreta, necesidad de incorporar nuevos elementos… Recopila toda la información que puedas. Esto ayudará al proceso creativo y también contribuirá a que el cliente esté satisfecho con tu trabajo.
  • Dale valor añadido a tu trabajo. Diseña las propuestas de logotipo que sean necesarias, siempre invirtiendo el tiempo que tengas estipulado para este proyecto. Una vez creadas, preséntaselas a tu cliente exponiendo cada uno de los detalles de tu trabajo, explicando cómo has creado cada elemento y con qué sentido. Si te reúnes con él o ella (ellos y ellas si son más de uno), te recomiendo no uses términos muy técnicos. Salvo que sea avezado en la materia, evítalo: tu cliente no tiene porqué conocer los PANTONE, tipografías con serifa o espacios reservados; él sólo quiere ver un resultado final.
  • Añade un boceto del logotipo en alguna aplicación del mismo. Esto es, si creas un logotipo, preséntalo de cómo quedaría en una tarjeta de visitas, en una taza de café o en cualquier otra aplicación que creas oportuna. ¿Qué pretendemos con esto? Emocionar al cliente a través del diseño, que sienta que ese logotipo es sólo para él y que podría usarlo para identificarse con él.
  • Crea un manual de identidad corporativa. Educa a tu cliente. Justifica tu trabajo mostrándole las bondades de tener un manual de estas características: podrá usar el logotipo de forma autónoma sin necesidad de preguntar cómo hacerlo. Resalta apartados tan alejados de los clientes como la construcción del logotipo, los colores, la tipografía y los usos incorrectos. Sobretodo esto último, es una práctica que en la gran mayoría de pequeñas y medianas empresas tienden a saltarse a la torera.

Como ya veis, este tipo de problemáticas la solventamos con nuestro equipo de diseño y marketing, capaz de brindar un servicio de calidad inmejorable para cada uno de nuestros clientes.